CAMBIOS
miércoles, 18 de septiembre de 2019
No hace tanto era esa futura mamá
que visitaba webs de decoración infantil en busca de los complementos perfectos
para la habitación de A. Sabía exactamente que cama quería, la cómoda de madera
de castaño heredada de los abuelos, la alfombra recién comprada, hasta los
estores estaban buscados y decididos. Pero tenía un pequeño incidente, los
cuadros.
Nada de lo que buscaba encajaba
con la idea que yo tenía en la mente. Aquella pared fue un lienzo en blanco
durante bastante tiempo. A falta de una semana de viajar a por A, compré unos
marcos sencillos y decidí hacer algo casero para poder vestirla. Algo que
representase el país de origen de mi hijo: la silueta de un león. Acompañando
al lado de un pequeño de mapa del continente que le vio nacer.
Siempre vi esos cuadros como algo
temporal, a la espera de que en algún momento apareciese la imagen adecuada.
Pasaron los años y poco me preocupé de volver a buscar. Hasta que Posterlounge me dio la
oportunidad de descubrir su extensa galería de cuadros, laminas y fotografías.
¿Sabéis la sorpresa que supuso
abrir su web y encontrarme la maravillosa lamina “El León” de Valeriya
Korenkova? Lo había encontrado. Por fin, esa pared tendría el cuadro
perfecto. El dibujo de un magnifico León, símbolo nacional de Etiopía. Un León
que vele los sueños de un cachorro abisinio.
Escoger el segundo cuadro ya no
fue tan fácil. En la web de Posterlounge
existe una amplia colección de ilustraciones, pero gracias a su buscador y los
filtros que te permite introducir afiné bastante hasta llegar a la pareja
adecuada para ese león solitario. El juego entre la palabra sagrada OM y el
hogar era simplemente perfecto.
Si buceáis un poco por su web,
descubriréis al igual que lo hice yo, un montón de obras y de artistas que
abarcan un buen abanico de estilos, y que comprende una amplia gama de precios.
Desde la lamina más sencilla hasta el acabado en madera, aluminio o
metacrilato, pasando por el tradicional lienzo o el clásico marco de madera. Yo
personalmente me decanté por este último. Me gusta su sencillez unida a la
robustez de sus acabados.
El resultado es el que podéis
apreciar en las fotos, la habitación de A empieza a cambiar, al igual que él.
Cambios que van definiendo ese niño en que se está convirtiendo pero fieles a
sus raíces, siempre presentes.